Nuevo hallazgo para detectar el cáncer de mama de forma precoz
Detectar el cáncer de mama podría dejar de ser competencia de las mamografías ya que se está abriendo un hueco en la investigación oncológica un sensor flexible y transparente que se adapta a la forma de los dedos, similar a unos guantes de caucho, permite localizar tumores al medir los cambios y la distribución de la presión en el pecho. «Estos sensores pueden monitorizar tumores de una forma más fácil, menos dolorosa y sin necesidad de exponerse a la radiación «ha explicado el profesor de la Universidad de Tokio Takao Someya, director del grupo de investigadores que ha publicado este lunes el estudio en la revista Nature Nanotechnology.
El funcionamiento sería similar al diagnóstico táctil de un doctor, aplicando una presión constante a los pechos con estos sensores, podemos detectar las diferencias entre una textura de pecho normal y una con tumores, con la ventaja de lograr una mayor precisión al tratarse de una palpación digital que puede medir la distribución de la presión en el pecho en 144 localizaciones a la vez. Para comprobar su funcionamiento se ha probado en un vaso sanguíneo artificial y hemos encontrado que puede detectar hasta pequeños cambios en la presión y en la velocidad de la presión al propagarse. Por lo que puede convertirse en nuestro aliado para detectar el cáncer de mama.
El sensor tiene un grosor aproximado de ocho micrómetros y está compuesto por transistores orgánicos, interruptores electrónicos hechos de carbono y oxígeno y una estructura de nanofibras sensibles a la presión. En conjunto, forman una estructura ligera, porosa, transparente y delgada, pero muy sensible que puede medir con exactitud radios de hasta 80 micrómetros (el equivalente a dos veces el espesor de un cabello humano). Hasta ahora, los sensores no podían bajar de 100 micrómetros de espesor por las limitaciones en los métodos de producción. A pesar de ser materiales flexibles y capaces de adaptarse a superficies suaves como la piel humana, una vez que se arrugan o retuercen pierden precisión.
Aunque todavía es muy pronto para considerarlo un sustituto de las mamografías, la tecnología de este sensor ya está lista para usarse en la creación de guantes que detecten esta presión en el pecho y posibilitan la detección precoz del cáncer de mama. Su comercialización está pensada para dentro de tres años, explica el investigador. «El principal problema es que la preparación de estos materiales [una mezcla de caucho de flúor e hilos conductores formados por nanotubos de carbono y grafeno] es de momento incompatible con un gran volumen de producción», ha razonado Someya, que ha añadido que están intentando solucionarlo desarrollando un nuevo método de mezcla.
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