La Resonancia Magnética, también conocida como RM, es una técnica de diagnóstico a través de la imagen que proporciona resultados mucho más precisos que otras pruebas diagnósticas. Esta técnica no utiliza rayos X para su realización, sino que combina ondas de radiofrecuencia, un campo electromagnético y una estación de trabajo y el resultado son imágenes de dos o tres dimensiones de la zona del cuerpo explorada. En ocasiones se puede utilizar un medio de contraste para que las imágenes sean más claras y precisas.
A pesar de no utilizar rayos X y de ser una técnica totalmente segura y sin efectos secundarios, se recomienda no realizar la resonancia magnética en mujeres embarazadas o que crean poder estarlo, excepto que sea absolutamente necesario.
En caso de que usted esté amamantando a su bebé y haya recibido contraste para la realización de la prueba, le recomendamos esperar un tiempo prudencial de 48 horas. Esta recomendación es solo por precaución, ya que no existen datos de que ello pueda causar efectos perjudiciales en el lactante.
Deberá acudir a uno de nuestros centros llevando consigo el volante médico en el que se solicita la realización del examen junto con todos los escáneres, radiografías, ecografías e informes médicos previos de la zona a examinar.
A su llegada, el personal del centro le pedirá que rellene un cuestionario de seguridad, así como sus datos personales.
La resonancia magnética trabaja con un campo magnético, por ello:
Una vez dentro de la sala donde se va a realizar la prueba, un técnico le explicará la posición correcta en la que debe colocarse sobre la mesa de exploración. Es posible que se coloquen unos aparatos alrededor de la zona anatómica a explorar, con el fin de mejorar la calidad de las imágenes que se van a obtener.
Esta prueba es indolora, aunque durante su realización escuchará diferentes ruidos que pueden resultar un poco molestos. Estos ruidos son imprescindibles para poder realizar el examen pero si siente verdadera molestia, el personal del centro le facilitará unos tapones para poder reducirlo.
La duración de la prueba dura entre 20 y 35 minutos, dependiendo de la zona a explorar.
Durante la duración de la exploración, los técnicos le observarán a través de una ventana y podrá comunicarse con ellos y ellos con usted gracias a unos altavoces colocados en el interior de la sala. Si tiene algún problema, podrá avisar a los técnicos haciendo sonar un timbre que éstos le proporcionarán con anterioridad.