El TAC Cardiaco se ha convertido en una herramienta imprescindible a la hora de avanzar en el conocimiento de las enfermedades cardiovasculares. El descubrimiento de nueva tecnología y el mejor conocimiento de las técnicas clásicas han permitido extender su utilidad hacia el diagnóstico biológico, funcional y hemodinámico de múltiples procesos fisiopatológicos.
La tendencia actual y futura de las técnicas de imagen está dirigida a permitir un diagnóstico precoz de la enfermedad y promocionar la salud cardiovascular, servir de apoyo en la toma de decisiones terapéuticas y facilitar la evaluación de nuevas terapias. Gracias al amplio desarrollo que están experimentando la imagen molecular y la tecnología híbrida, es posible entender desde un punto de vista celular y molecular múltiples procesos biológicos, lo que facilita el desarrollo de nuevas terapias preventivas.
Asimismo, la proliferación e integración de las técnicas de imagen en las diferentes unidades cardiacas y su papel como «imagen traslacional» son importantes para optimizar el manejo terapéutico de los pacientes cardiológicos de manera individualizada.