Nanopartículas para mejorar el contraste en resonancia magnética.
La revista «Nanoscale» ha publicado un trabajo realizado por diversas instituciones, las cuales han desarrollado unas nanopartículas que mejoran el contraste en imágenes de resonancia magnética y facilitan el diagnóstico. Se trata de un proyecto del Instituto de Tecnología Química, el Instituto de Bioingeniería de la Universidad Miguel Hernández (UMH) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), el Instituto de Neurociencias (UMH-CSIC), y la empresa Inscanner SL.
Según palabras de Pablo Botella, científico titular del CSIC en el Instituto de Tecnología Química, la adquisición de imágenes de resonancia magnética constituye una herramienta de diagnóstico clínico de gran utilidad. «Sin embargo, la obtención de imágenes de calidad tropieza con frecuencia con la falta de contraste y otros cambios asociados con las diversas condiciones patológicas que se intentan estudiar, lo que puede dar lugar a una pérdida de sensibilidad y dificulta el diagnóstico», añade Botella. Debido a esto, es normal la administración vía intravenosa de agentes de contraste basados en quelatos solubles de gadolinio (Gd3+), los cuales hacen que algunas estructuras o tejidos del cuerpo se vean diferentes de como se verían sin la administración del agente de contraste. El uso de estos productos puede no ser buena idea en algunos casos, como pacientes alérgicos o con problemas renales.
El equipo de investigadores ha desarrollado nanopartículas híbridas que contienen dos agentes de contraste, gadolinio y hierro, protegidos por una cubierta estable de sílice. La organización de ambos centros magnéticos en una estructura con una alto grado de empaquetamiento da origen a un efecto sinérgico que eleva notoriamente su actividad magnética, lo cual lleva a un mayor incremento del contraste positivo y negativo en las imágenes de resonancia con respecto a los productos comerciales.
En palabras de Botella, «las nanopartículas pueden acumularse selectivamente sobre determinados tejidos patológicos, siempre que exista una molécula directora adecuada. Esto sería válido para el diagnóstico de diversos tipos de cáncer; por ahora, estamos trabajando en su aplicación de cáncer de próstata, con resultados positivos».
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