Tomografía por Emisión de Positrones (PET) en procesos oncológicos
La tomografía por emisión de positrones o PET es la última de estas técnicas diagnósticas no invasivas de la medicina nuclear. Esta técnica engloba lo más avanzado de la física, la electrónica y la ingeniería informática. Pero su uso como prueba diagnóstica está siendo limitado por su alto coste. Las indicaciones siguen siendo muy restringidas, tal y como afirman expertos en medicina nuclear y en oncología, por ser “un procedimiento caro y de lenta expansión en la sanidad pública de los países occidentales”.
En España, varios centros sanitarios cuentan con cámara PET, pero muy pocos pertenecen a la sanidad pública.
El experto José Luis Carreras, jefe de Medicina Nuclear del hospital Clínico San Carlos de Madrid., quien introdujo la PET en nuestro país en 1995, explica que el Consejo Interterritorial de Salud, a través del Sistema de Uso Tutelado, ha establecido y aprobado unas instrucciones para el uso de la PET, basadas en la relación de rentabilidad:
– Aparición de nódulo solitario en pulmón (normalmente, se trata de un hallazgo casual por rayos X o TAC).
– En cáncer de pulmón confirmado para hacer un estudio de extensión y verificar si existe metástasis (generalmente esta prueba se realiza mediante TAC, aunque es menos precisa).
– En linfomas, para determinar su agresividad.
– Para tumores de origen desconocido.
El PET detecta en el 50% de los casos el tumor originario
El especialista explica que en el último caso, lo habitual es “someter al paciente a numerosas pruebas, algunas de ellas cruentas y, cuando todo ha fallado, se practica la PET, que detecta en el 50% de los casos el tumor originario. Aquí es mucho menos controvertido el coste de este procedimiento, cuyo precio oscila de 900 a 1.000 euros y que desde un principio puede sustituir a una decena de pruebas y, con ello, no sólo ahorrar gastos, sino también tiempo del personal y sufrimiento para el paciente”.
Todas las posibilidades que ofrece esta prueba de diagnóstico se encuentran recogidas en el libro “PET en oncología”, coeditado por los especialistas en medicina nuclear Luis Lapeña, Cristina Asensio y el propio Carreras, en el que han participado además, otros 19 expertos españoles. Otras de las indicaciones aprobadas que se describen en el libro son los carcinomas de cabeza y cuello, colorrectal, melanoma, tiroides y cerebro, “sólo cuando exista sospecha de recidivas o recaídas, sugerida por la aparición de distintos marcadores tumorales clínicos”.
La PET consigue imágenes de todo el organismo gracias a la acción de diversas moléculas marcadas con isótopos (fármacos radiactivos) emisores de positrones (partículas subatómicas), que han sido inyectadas al paciente en un momento previo.
PET-TAC en Bilbao
Radiología Clínica Vizcaya, S. L. desarrolla su actividad en el ámbito de la Medicina Nuclear en las instalaciones de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, siendo pionera en Bizkaia en este sector, y se dispone de un PET-TAC, modelo BIOGRAPH 6 de la casa SIEMENS. Con este tipo de tecnología se consigue fusionar las imágenes de un PET con las de un TAC-TC, consiguiéndose entre otras ventajas una mayor localización anatómica de las lesiones malignas. Sus principales aplicaciones se centran principalmente en la Oncología.
La combinación PET-TAC
Esta innovadora técnica permite la diferenciación entre tejido sano y enfermo, permitiendo mejorar la cuantificación y la localización de lesiones, tumores y metástasis en pacientes oncológicos, de manera rápida y poco invasiva.
Los últimos avances tecnológicos
Se dispone de los más modernos avances tecnológicos orientados a mejorar el diagnostico y la seguridad del paciente como, por ejemplo, el Programa de Gestión “CareDose” con el cual se consigue minimizar las dosis aplicables a los pacientes.
Desde la creación de este centro en 1998, podemos afirmar que éste constituye una importante referencia, sobre todo, a nivel oncológico, ya que somos el centro privado con mayor experiencia en el País Vasco.
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