La tomografía de coherencia óptica, prueba fundame tal para el diagnóstico precoz del glaucoma.
La Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) se ha convertido en los últimos años en una prueba fundamental para diagnosticar enfermedades de la vista, sobre todo para el diagnóstico del glaucoma, gracias a la cantidad de información que es capaz de captar.
Esta tecnología utiliza un haz de luz que no afecta al ojo en absoluto para detectar alteraciones en el nervio óptico.
La doctora Isabel Canut, coordinadora del departamento de glaucoma del Centro de Oftalmología Barraquer, en Barcelona señala que “la Tomografía de Coherencia Óptica favorece el diagnóstico precoz del glaucoma, dato totalmente necesario para poder comenzar con el tratamiento en sus primeras fases, ya que uno de los principales problemas de esta patología es que no presenta síntomas hasta que ya está bastante avanzada y es más difícil de tratar”.
El glaucoma se origina por un aumento de la presión intraocular, generalmente debido a causas genéticas, y se caracteriza por una pérdida progresiva de las fibras nerviosas del nervio óptico. Se manifiesta por una pérdida gradual de la visión periférica, conservando el afectado sólo la visión central. Esta patología comienza a aparecer a los 40 años, siendo más común a partir de los 60 (dos casos por cada 100 habitantes a partir de los sesenta años).
El glaucoma no tiene curación (salvo casos excepcionales en los que interviene la propia morfología del ojo) pero puede pasar a ser una enfermedad crónica tratada con gotas oftalmológicas, láser o cirugía.
Un diagnóstico tardío o un tratamiento erróneo pueden desembocar en una ceguera absoluta. De hecho, el glaucoma es la segunda causa de ceguera en occidente después de la degeneración macular.
La Tomografía de Coherencia Óptica es una técnica de diagnóstico no invasiva que utiliza para su realización un haz lumínico que no afecta al ojo en absoluto y que proporciona mapas de sección transversal in vivo del tejido analizado.
Otra de las ventajas de esta técnica es que es muy rápida, ya que su duración es inferior a cinco minutos.
Esta tecnología utiliza un método que se conoce como interferometría de baja coherencia que ofrece una penetración lumínica en milímetros (entre 2 y 3 milímetros en el tejido en cuestión) con resolución axial y transversal en escala micrométrica.
Cuando se trata de glaucoma, se analizan el nervio óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina, que en los primeros estadios de la enfermedad sufren un adelgazamiento, al igual que sucede en las estructuras del ángulo camerular del segmento anterior.
La experta insiste en que ésta es una técnica muy útil, “ya que, en muchas ocasiones es difícil definir cambios y posibles pérdidas de las fibras nerviosas en la exploración biomicroscópica tradicional”.” Por esta razón, cada vez se realizan más Tomografías de Coherencia Óptica para completar el diagnóstico”, añade Canut.
La valoración de la capa de fibras nerviosas de la retina y la papila óptica a través de esta tomografía ofrece una apreciación objetiva, cuantitativa y de alta resolución, por ello es la técnica más utilizada para el diagnóstico y tratamiento del glaucoma.
Sin embargo, la Tomografía de Coherencia Óptica para el diagnóstico del glaucoma, no es efectiva en pacientes con papilas ópticas con un patrón morfológico distinto de lo esperado, como por ejemplo aquellos que tienen una gran miopía y su pupila desarrolla una disposición oblicua, porque el software de esta tecnología está diseñado con un patrón de nervio óptico estándar y no realiza análisis de variantes anatómicas.
A continuación les indicamos los centros del Grupo Scanner Vizcaya donde pueden realizarse un TAC en Bilbao.
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