La Tomografía Computarizada revoluciona la ciencia
La Tomografía Computarizada, también conocida como escáner TC empezó a dar sus primeros pasos a finales del siglo XIX, principios del XX. En 1895 físico alemán Wilhem Röntgen descubrió los rayos X, capaces de atravesar los cuerpos opacos, pudiendo ver lo que hasta entonces era una barrera para el ojo humano. Estos rayos que fueron llamados en sus inicios rayos incógnita, (no se conocía exactamente su alcance, ni lo que realmente eran) revolucionaron el mundo científico ya que permitían ver lo que hasta entonces era imposible.
En 1917 Johann Radon estableció las bases matemáticas que permitieron conseguir imágenes por secciones y en 1972 el ingeniero inglés Hounsfield diseñó el primer tomógrafo computarizado para uso clínico.
Todos estos acontecimientos causaron un gran impacto en la comunidad científica. Con la Tomografía Computarizada se obtienen imágenes tridimensionales de los objetos. A través de los rayos X se toman varias medidas del objeto en cuestión desde diversos ángulos y con el cálculo electrónico se reconstruye el objeto a partir de todos los planos superpuestos y entrecruzados, creando así imágenes en tres dimensiones.
En el campo de la medicina, los rayos X supusieron un impacto y un avance sin precedentes ya que se podían obtener imágenes del interior del organismo.
Gracias al desarrollo continuo de la tecnología, la evolución de los ordenadores que cada vez son más potentes y de los algoritmos matemáticos la Tomografía Computarizada no ha quedado limitada solamente al campo de la medicina, sino que se aplica en otras áreas como arqueología, paleontología, geología o biología.
El Museo de Historia Natural de Londres fue el primer museo que utilizó esta técnica para estudiar especímenes de las colecciones biológicas. Richard Abel, zoólogo del museo, fue el impulsor de la utilización de esta técnica por imágenes en este campo.
Abel defiende el uso de esta técnica ya que no es invasiva, con lo cual no hay que abrir el ejemplar para poder analizarlo, evitando así su destrucción. Además, es una técnica más rápida, que permite la obtención de imágenes tridimensionales, abriendo nuevas líneas de estudio. “las especies de museo no pueden deteriorarse, al igual que ocurre en medicina. Procuras mirar al interior del organismo sin causar daños, sin emplear el bisturí siempre que sea posible”.
La Tomografía Computarizada también se ha utilizado en el campo de la arqueología o la paleontología, por ejemplo para observar el interior de las momias del Antiguo Egipto.
También se ha aplicado esta técnica en entomología forense para determinar la fecha de la muerte de una persona teniendo en cuenta el tiempo de desarrollo de los insectos que invaden el cuerpo.
Otros ámbitos de aplicación han sido el estudio de la composición de los meteoritos; en el estudio estructuras paleocorales para establecer la temperatura del agua del mar en el pasado; en el análisis de las herramientas de piedra del hombre prehistórico, buscando como el hombre pudo desarrollar su inteligencia para fabricarlas y usarlas; o para crear con una impresora de tres dimensiones un tiburón martillo, con el objetivo de investigar su adaptación anatómica.
Esta tecnología continúa revolucionando la ciencia, tanto en el área científica como en la industria. “Permite intercambiar información y hacerla más asequible al público” finaliza Richard Abel.
A continuación les indicamos los centros del Grupo Scanner Vizcaya donde pueden realizarse una Tomografía Computarizada en Bilbao.
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