Diagnóstico preciso de epilepsia sin cirugía
La epilepsia es un trastorno neurológico que se produce por un aumento de la actividad eléctrica de las neuronas en alguna zona del cerebro, lo que provoca convulsiones corporales incontroladas conocidas como ataques epilépticos. La Organización Mundial de la Salud estima que en todo el mundo, unos 50 millones de personas padecen esta patología. Afortunadamente, alrededor del 70 por ciento de los afectados pueden prevenir las convulsiones con el tratamiento adecuado, pero el 30 por ciento restante requiere cirugía.
Aunque las intervenciones quirúrgicas suelen ser seguras, los pacientes deben someterse a dos procedimientos, uno para colocar electrodos en la corteza cerebral y otro para extraer la zona responsable de los movimientos incontrolados del cuerpo. Para encontrar una alternativa a la cirugía, la Universidad de San Juan en Argentina ha llevado a cabo un estudio dirigido por el bioingeniero Alfredo García.
El estudio demuestra que es posible obtener diagnósticos precisos de la epilepsia mediante la combinación de un vídeo electroencefalograma, una tomografía axial computarizada (TAC) y una resonancia magnética (RM). El uso de esta técnica no requiere la implantación de electrodos en el cerebro, lo que evita la necesidad de cirugía.
El proceso diagnóstico se divide en tres fases. Primero, se realiza un TAC al paciente con un casco de electrodos. Luego, se realiza un electroencefalograma para observar la actividad cerebral durante las convulsiones. En la segunda fase, se hace una RM para ver la morfología del cerebro. Finalmente, se vuelcan los datos de las dos primeras fases en un software que utiliza un algoritmo matemático para determinar la ubicación precisa del grupo de neuronas que provoca los ataques epilépticos.
El software utiliza la información recopilada para generar una imagen completa del cerebro, los electrodos y las señales emitidas durante las convulsiones, y desarrolla restricciones matemáticas que determinan los grupos de neuronas causantes de la convulsión en toda la masa encefálica. Según el bioingeniero García, este nuevo método de diagnóstico podría beneficiar especialmente a pacientes pediátricos.
Aunque el uso de esta técnica aún no está completamente desarrollado, sus avances permitirán determinar mejor la zona en la que se llevará a cabo la operación quirúrgica, reduciendo el riesgo de daño a áreas cerebrales importantes. En última instancia, la finalidad de este nuevo método es mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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