
¿Cuándo está indicada una prueba radiológica preventiva?
Las pruebas de imagen no siempre se realizan tras la aparición de síntomas. En muchos casos, están indicadas de forma preventiva para detectar alteraciones antes de que provoquen enfermedad o cuando aún es posible actuar con mayor eficacia. Este tipo de diagnóstico temprano se ha convertido en una herramienta clave dentro de la medicina personalizada y preventiva.
A continuación te explicamos en qué situaciones puede recomendarse realizar una prueba radiológica preventiva:
1. Personas con antecedentes familiares de enfermedades graves
Cuando existe historia familiar de enfermedades como cáncer, aneurismas, patología coronaria o enfermedades neurológicas degenerativas, se considera que el paciente tiene mayor riesgo de desarrollar ese tipo de dolencias. En estos casos, un médico puede indicar exploraciones como:
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TAC de tórax si hay antecedentes de cáncer de pulmón.
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Resonancia magnética cerebral si hay historia familiar de enfermedades neurológicas.
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Colonoscopia virtual (TAC) en familias con historial de cáncer colorrectal.
2. Personas con factores de riesgo clínicos
Los factores de riesgo no siempre se notan en el cuerpo, pero aumentan las probabilidades de sufrir ciertas enfermedades. Entre ellos:
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Tabaquismo crónico
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Hipertensión arterial
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Colesterol elevado
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Diabetes
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Obesidad o sobrepeso
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Sedentarismo mantenido
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Consumo de alcohol excesivo
Estos perfiles pueden beneficiarse de pruebas como:
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TAC cardíaco para descartar obstrucciones coronarias.
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Resonancia hepática para valorar hígado graso o fibrosis.
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PET-TAC en pacientes con antecedentes oncológicos que presentan alguna sospecha leve.
3. Población en programas de cribado o despistaje
Existen programas institucionales o recomendados por sociedades científicas que buscan detectar enfermedades en fases precoces aunque no haya síntomas. Por ejemplo:
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Mamografía en mujeres a partir de los 40–50 años para detectar cáncer de mama.
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Densitometría ósea en mujeres postmenopáusicas para prevenir osteoporosis.
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TAC de baja dosis en fumadores mayores de 55 años para diagnóstico precoz de cáncer de pulmón.
Este tipo de pruebas tiene un alto valor predictivo y preventivo, y muchas veces su realización periódica salva vidas.
4. Pacientes asintomáticos con hallazgos previos
En algunas personas, tras una revisión rutinaria (como una analítica alterada, una ecografía, etc.), se detectan posibles lesiones o alteraciones que requieren estudio por imagen aunque el paciente esté completamente asintomático. Ejemplos:
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Lesiones pulmonares que requieren seguimiento con TAC.
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Nódulos hepáticos que deben ser caracterizados mediante RM.
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Quistes cerebrales o tumores benignos que deben vigilarse por RM periódica.
5. Revisiones de salud proactivas o chequeos personalizados
Cada vez más personas apuestan por un enfoque preventivo completo a través de chequeos de imagen individualizados. Estas revisiones, solicitadas por decisión propia o recomendadas por su médico, pueden incluir:
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Resonancia magnética total body (en algunos casos).
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TAC abdominal para valorar órganos internos.
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Ecografías de tiroides, abdomen o próstata.
Este tipo de revisiones son útiles sobre todo en personas que buscan anticiparse a problemas de salud, en especial a partir de los 40 años.
Una prueba de imagen preventiva no debe entenderse como un uso innecesario de tecnología médica, sino como una herramienta de anticipación y control. Si se realiza con criterio clínico, puede:
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Detectar enfermedades en fases muy iniciales.
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Evitar tratamientos agresivos o irreversibles.
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Disminuir la mortalidad por diagnóstico tardío.
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Mejorar la calidad de vida del paciente.
Por eso, si tienes dudas sobre si necesitas una prueba radiológica preventiva, habla con tu médico o contacta con nuestros especialistas. En Grupo Scanner Vizcaya trabajamos cada día para adelantarnos a la enfermedad y proteger tu salud.
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