Ayer se celebro el día mundial del cáncer de páncreas.
El cáncer de páncreas es cáncer muy letal, con una baja tasa de supervivencia. Al no causar síntomas en las primeras etapas, su diagnóstico es más complicado.
Ayer, 13 de Noviembre se celebro el Día Mundial del Cáncer de Páncreas, uno de los más agresivos y mortales, siendo la cuarta causa de muerte por cáncer en el mundo. Su incidencia va en aumento y, aunque el pico de edad de los pacientes es de 60 a 80 años, cada vez se observa en gente más joven..
Existen dos tipos de tumores que afectan el páncreas. En el 95% de los casos es un adenocarcinoma, muy agresivo y de rápido crecimiento; en el 5% restante el tumor es neuro- endócrino, que crece más lentamente.
Por el momento se desconoce el factor concreto que origina estos tumores, aunque se han identificado causas de riesgo como el tabaco, tener entre 60 y 80 años, antecedentes familiares, diabetes y obesidad. Conocer los factores de riesgo es la única forma de prevenir en la actualidad, señalan los expertos.
Un tumor puede surgir en cualquier región del páncreas e ir creciendo localmente. Después invade ganglios y, en etapas avanzadas, se extiende a los órganos colindantes.
En los primeros estadios no causa síntomas, dificultando y retardando su diagnóstico. Al no existir protocolos de prevención temprana, ni estudios de tamizaje para pacientes de alto riesgo, esta enfermedad se convierte en una asesina silenciosa. Además, los médicos no pueden palpar el páncreas para examinarlo.
La única posibilidad que existe en la actualidad para mejorar el pronóstico es resecar el tumor en su totalidad, pudiendo prolongar la esperanza de vida del paciente hasta los cinco años, aunque la media se sitúa en un año y dos meses.
Si el tumor es diagnosticado en sus primeras etapas, el paciente debe someterse a una cirugía y, después, a un tratamiento de quimioterapia o radioterapia, dependiendo de cada caso concreto.
Aunque se han probado tratamientos con medicamentos inmunosupresores, éstos no han conseguido aumentar significativamente la tasa de supervivencia, ya que, en la mayoría de los casos, los pacientes fallecen por la reaparición del tumor.
Pero, en más del 80% de los casos estos tumores se diagnostican en estadios avanzados, no siendo posible su extracción quirúrgica, causando la muerte del paciente en menos de un año.
Los primeros síntomas pueden ser dolores inespecíficos en el abdomen o la espalda, fatiga y pérdida de peso. Las pruebas diagnósticas que se realizan en estos casos son ultrasonidos de vesícula y endoscopías, y generalmente pasan meses antes de diagnosticar el tumor. En ocasiones, cuando el tumor comprime la vía biliar y aumenta la bilirrubina, el paciente se pone ictérico, con ojos y piel amarilla, pero generalmente ocurre en etapas avanzadas.
Tanto la Tomografía Computarizada (TC) como la Tomografía Axial Computarizada (TAC) pueden diagnosticar el tumor, aunque en la mayoría de los casos está muy avanzado o con metástasis. En estos casos, se suelen aplicar al paciente tratamientos paliativos o quimioterapia, para mejorar un poco los síntomas y la supervivencia. Si es un tumor neuroendocrino que se ha extendido al hígado, se puede hacer un trasplante de hígado.
A veces se puede localizar el tumor de manera incidental, es decir, cuando al paciente se le realiza un estudio de imagen por otra patología. Estos casos circunstanciales suelen tener mejor pronóstico.
Grupo Scanner Vizcaya ofrece a sus pacientes, entre otros servicios, Tomografía Axial Computarizada (TAC-TC) y Tomografía por Emisión de Positrones (PET-TAC).
Deja un comentario →