Ejercicio fisico: medida preventiva contra enfermedades cardiovasculares
Las enfermedades cardiovasculares no se previenen solo estando en forma o «siendo sano». Esto se agrava más si cabe en el ambiente obesogénico y sedentario en el que habitamos: la obesidad y el sedentarismo es alarmante. Aunque ninguna de estos dos males te toquen de cerca, aun hay varios factores a tener en cuenta. Por ejemplo una baja actitud cardiorrespiratoria.
La aptitud cardiorrespiratoria es la capacidad del sistema circulatorio y respiratorio para utilizar de forma correcta el oxígeno y poder transportarlo a los músculos durante la actividad física. Algo parecido a la capacidad de las antiguas locomotoras para usar la energía del carbón para aumentar su velocidad de forma sostenida.
Ejercicio físico como forma de medicina preventiva
El ejercicio, particularmente el acondicionamiento aeróbico y el entrenamiento de fuerza, es una de las intervenciones fundamentales para prevenir la muerte y la discapacidad generada por las enfermedades cardiovasculares.
Se debe evitar que se produzca cualquier tipo de evento cardiovascular para evitar recurrir a la prevención secundaria (la que trata de impedir un nuevo infarto o ictus mediante el uso de medicación). Dentro de este ámbito, cuando aún es posible evitar el riesgo, cada vez se aboga más por potenciar la alimentación saludable y el ejercicio físico en decrimento del uso de fármacos, los cuales sí han demostrado un gran potencial para la prevención secundaria.
La aptitud cardiorrespiratoria sería un factor fundamental para llegar a una significativa reducción de riesgo. Incluso el consejo sobre actividades físicas en general, y algunas de ellas de forma particular basándose en los mencionados METs, deberían incorporarse a la práctica clínica habitual.
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